São 21H30 e vejo um programa televisivo, entre a sonolência e o interesse. Vejo-me no programa, mas não me enterneço. Pressinto algum encanto no dorso e na paisagem. Reparo em fiapas de sal e salitre. Balbucio Navio, em versos ali declamados. Sinto saudades, ganas e líbidos. Sangue nas veias. O latejar das têmporas. Tu...ao pé de mim. E me vem à memória o poema Dos Cuerpos, de Octávio Paz:
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.
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